La contaminación de los suelos es un proceso de degradación química que consume los suelos fértiles, con implicaciones para la seguridad alimentaria mundial y la salud humana. La contaminación del suelo obstaculiza la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre ellos lograr el hambre cero, acabar con la pobreza, garantizar una vida sana y el bienestar humano, detener y revertir la degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad, y hacer que las ciudades sean seguras y resilientes.